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Pedernal

La Zambra de  los

Guijarros

 

LETRA

A nuestra suerte apiladas para cercar vuestro imperio
Ingenuas usadas para cruzar el mar
Estériles monolitos y grises cementerios
De la muerte y la vida nos quisisteis privar.

 

Pedrusco, sillar, canto y guijarro
Con apodo impuesto  y elegido por ti
porción de montaña, dispersa en el barro
Gastada por el ayer e intuyendo el fin

 

Cuidadora de especies sin vida aparente
No hay sobre el tangible universo
Ser alguno que se apellide inerte

Letra: Fito Conesa

Interpreta: Lourdes Galvez del Postigo

FACBA 2021

Centro José Guerrero

PEDERNAL. LA ZAMBRA DE LOS GUIJARROS, 2021

Hace unos años, el artista Jordi Mitjà creaba una gigantesca roca inflable como símbolo de la primera piedra del Canódromo, un centro de arte barcelonés con su propio biopic hollywoodiense. La piedra de Mitjà era un inicio, 
un posible comienzo, un ritual ya cotidiano que pretendía activar la maquinaria que construye y pone a caminar las cosas.
 

Hace unos años, doña Consuelo, mi tutora de gran parte de la E.G.B., nos aseguraba que dentro del medio natural en el que vivíamos y con el que debíamos coexistir durante toda nuestra vida, existían los seres vivos y los inertes. Las piedras, para doña Consuelo, estaban muertas.

El acto mágico que planteaba Mitjà sobredimensionando el objeto piedra me hizo pensar en algo que, si bien partía de una piedra, empezó a cuestionar toda la lógica de mi educación básica. Si las piedras están muertas, o lo que es lo mismo, son inmortales, no deberían verse afectadas por el paso del tiempo, y si a esto le adherimos mis aleatorios conocimientos de lógica, llegaremos a una incuestionable conclusión. Las piedras NO están muertas.

Pedernal. La zambra de los guijarros es una instalación sonora que vincula la Litoteca de Granada y el Centro José Guerrero. Construye un despliegue expositivo en la planta baja del Centro Guerrero que funciona para el visitante como un paisaje. Como un jardín, una naturaleza construida a partir de guijarros del propio archivo de la Litoteca.

Este ecosistema pétreo es el escenario de una intervención sonora pensada para ser escuchada desde el dispositivo móvil de cada visitante. Es decir, el paisaje de cantos se activa con una capa sonora para crear una experiencia individual de recorrido a partir del sonido, a partir más concretamente de la escucha de una obra musical, a través del canto, a través de la voz de Lourdes Gálvez del Postigo, a través de una zambra. En esta zambra la letra actúa como elemento diferenciador del resto de composiciones del mismo corte. Pedernal es en sí una reivindicació del papel de las piedras como testigos de la historia humana, un lamento y un reproche por la pasividad del humano ante la debacle climática y planetaria.

Al mismo tiempo se inaugura la exposición colectiva Breve historia de una piedra (La audioguía como una obra más de una exposición), a partir de un taller realizado en la Facultad de Bellas Artes de Granada. Las obras resultantes proponen un recorrido sonoro vinculado al espacio, en este caso la propia Facultad de Bellas Artes, una experiencia que facilita ampliar lo sinestésico, lo anecdótico y la historia colectiva no narrada.

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